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Historias

Tim O'Reilly

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El 90 % de los tuits de Tim O’ Reilly, son retuits. Noticias, crónicas e informes de The New York Times, de Wired o de Forbes, infografías sorprendentes sobre la economía estadounidense y entradas de blogs de profesores del MIT o de creadores de pequeñas startups. Así haya pocos tuits de su autoría, su cuenta es un lugar obligado para los empresarios de Silicon Valley, los inversionistas, los desarrolladores de aplicaciones y, en general, cualquiera que se jacte de ser un geek.
O’ Reilly es uno de los principales pensadores de internet y de la cultura digital. Sin embargo, su influencia en el campo se dio por casualidad; o mejor, por estar en el momento y en el lugar adecuados. Antes de convertirse en el “oráculo de Silicon Valley” –como lo llamaron en un perfil de Inc.com– O’ Reilly tenía un imperio de papel.
Todo empezó en la década de 1990, cuando O’Reilly se convirtió en uno de los grandes empresarios del mercado editorial de Estados Unidos. Había pasado de escribir ciencia ficción a publicar manuales que enseñaban a usar computadores y software popular desde un granero en California, una actividad que lo convirtió en toda una autoridad de la tecnología. Incluso escribió The Whole Internet User’s Guide & Catalog, un manual para entender internet que fue calificado como uno de los libros más significativos del siglo XX según la Biblioteca Pública de Nueva York.
Resulta paradójico que un tipo que vivía de vender libros impresos se convirtiera en una de las grandes voces de la cultura digital. Sin embargo, antes de que su editorial de papel quebrara en el año 2000, O’ Reilly había pensado en los e-books, los podcasts y los formatos que revolucionarían el mundo digital. Tenía tan claro para dónde iba internet que en 2004 habló del big data y la posibilidad del trabajo colaborativo, conceptos que en ese momento parecían una profecía.
Su compañía, O’ Reilly Media, hoy asesora proyectos de transformación tecnológica. Él escribe en varios blogs sobre economía digital y reflexiona sobre la relación entre internet y política –cree que si se piensa el gobierno desde los conceptos de una plataforma tecnológica abierta y participativa podría revolucionar la democracia–. Mientras tanto, en su Twitter comparte sus lecturas cotidianas: es la biblioteca de un genio de la tecnología.
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