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Historias

El drama de ser hincha de Santa Fe

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Este chiste circula por estos días. Dice el hincha de Millos, de América, de Nacional, del Deportivo Cali, da igual:
"Señores del Santa Fe, por favor devuelvan los títulos que han ganado como resultado del dinero del narcotráfico... Ah, perdón, verdad que ustedes no tienen nada que devolver, no porque no le deban nada a la justicia sino porque no han ganado nada".
Pequeña corrección, Santa Fe sí gano algo. El año pasado obtuvo la Copa Postobón, evento en el que participan equipos de las dos principales categorías del fútbol colombiano, del que sólo suelen tener noticia los hinchas hardcore, los periodistas deportivos obligados a cubrir el evento y los organizadores del mismo.
Al enterarse el grueso de la hinchada cardenal de que el equipo jugaría la final, se desató en muchos santafereños una euforia que a mí, lo digo de frente, me daba risa. El rival era Deportivo Pasto. Se logró forzar una definición con lanzamientos desde el punto penal gracias a un muy dudoso gol que le validaron a Santa Fe.
El título se ganó en la lotería de los penales y millares de hinchas santafereños celebraron aquel triunfo menor como si se le hubiera ganado la final del torneo mundial de clubes al AC Milan o al Real Madrid. Los desgarradores gritos de euforia de sus hinchas famosos, en particular del periodista Yamid Amat y el entonces vicepresidente de la República Francisco Santos, anticipaban desde ese momento un título del torneo mayor que, sobra decir, jamás llegó. Aquello daba risa.
Vea también: El drama de ser hincha de Millonarios
Como el chiste que circula en estos días. Porque Santa Fe no gana ningún título importante desde 1975 y 1975 es, en términos prácticos, una fecha tan lejana como la Independencia, el descubrimiento de la agricultura, la caída del meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios.
Y no es que Santa Fe haya estado al margen de los dineros calientes que se apoderaron del fútbol colombiano y que sirvieron para amenazar árbitros, comprar jugadores rivales y amañar campeonatos poco después del último título cardenal. En diversos momentos de estos últimos 35 años el equipo ha estado en manos de esmeralderos, papicultores, criadores de pollos y reconocidos narcotraficantes ("gente divinamente del Cartel del Norte del Valle"), sin que ello se haya traducido en copas o vueltas olímpicas. Nada.
Nada hasta este presente, en el que el equipo ha ocupado la primera posición de la Copa Mustang II (en el momento de escribir este artículo Deportes Tolima acaba de desplazarlo de la punta), aunque ya aseguró la clasificación a los cuadrangulares semifinales. En días pasados era tal la euforia de los hinchas ante la gran campaña que cumple el equipo que se hablaba de la posibilidad de obtener una triple corona: Copa Postobón, Copa Suramericana y el campeonato.
No se va a poder. Cali nos eliminó de la Copa Postobón (sí, esa que no sigue nadie y que desató la algarabía aquella hace un año), Atlético Mineiro de Brasil nos sacó de la Copa Suramericana y todavía falta mucho para saber si Santa Fe llegará entero a disputar la fase definitiva de este torneo y falta aún más para pensar en una eventual séptima estrella.
Para colmo, en estos días se ha atravesado  la escandalosa noticia de que el equipo ha sido infiltrado por los narcotraficantes y que entrará en la famosa lista Clinton. Pero ya no se trata del boca a boca, de los rumores que se ventilan entre hinchas sino de una noticia que ha llegado a la primera plana de los diarios. Un escándalo de esos difíciles de entender porque la palabra presunto se atraviesa en todas y cada una de las frases.
Dice al respecto Wikipedia: "Actualmente, la Fiscalía investiga al ex presidente del club Armando Farfán por testaferrato y a su vicepresidente Hugo Prieto que supuestamente tiene vínculos con José Henry Romero Ladino, señalado por la Fiscalía como integrante de una red internacional de narcotráfico. La Fiscalía además investiga a Julio Alberto Lozano Pirate que es hombre fuerte en los ingresos del club, a quien se le acusa del delito de receptación. También se ha dado conocer una lista de 44 socios del Santa Fe con antecedentes de presuntos delitos de lavado de activos, testaferrato, fabricación y tráfico de armas, negocios de estupefacientes, concierto para delinquir, extorsión, estafa, enriquecimiento ilícito o fuga de presos.
"A mediados de 2010, el presidente del club César Pastrana se presentó a la Fiscalía General de la Nación con el fin de aclarar que en el club no hay dineros provenientes del narcotráfico. La situación se dio porque en la Operación Cuenca del Pacífico se obtuvo evidencia de documentos y archivos en los que habría vínculos del presunto narcotraficante Luis Caicedo con el equipo Independiente Santa Fe.
"En octubre de 2010 la policía incautó en la capital colombiana varias caletas con 29 millones de dólares y 17 millones de euros, todos en efectivo. Según las autoridades pertenecen a un grupo de narcotraficantes, entre ellos el prófugo Daniel Barrera, alias 'el Loco'. A partir de esto, el director de la Policía Nacional, el general Óscar Naranjo, aseguró que no había dudas acerca de la relación entre Santa Fe y el narcotráfico y se anunció que la Fiscalía prepara los argumentos para solicitar a un juez que imparta las primeras órdenes de captura contra socios y ex socios del equipo". Hasta aquí el resumen ejecutivo de Wikipedia.
Como resultado del escándalo, la multinacional cervecera Sab Miller suspendió el patrocinio del equipo. Se dijo que lo reemplazaría Caterpillar, ya que el presidente César Pastrana es el gerente de una casa distribuidora de esa marca. Pero la casa matriz en Estados Unidos prohibió que se utilizara ese nombre en la camiseta del club. Así que en estos días el equipo juega con la camiseta sin patrocinador principal, pero mantiene los logotipos de los patrocinadores secundarios. Se sostiene en la punta, logra resultados positivos en el torneo local, pero está en la cuerda floja.
Se anunció que Santa Fe ingresaría a la lista Clinton, pero el embajador de Estados Unidos en Colombia negó esa especie, como diría el entrañable Juan Gossaín, de "Noticia en desarrollo".
Santa Fe vive de sus glorias pasadas. Desde que tengo uso de razón, viví tres de sus títulos, lo cual no habla de la eficacia del equipo sino de la gran cantidad de años que yo he vivido. Por suerte soy hincha de un club con una historia entrañable. Lo poco que se ha ganado ha sido memorable. Y los santafereños tenemos algo que no atesora ningún otro equipo de Colombia y que no nos puede quitar nadie: fuimos los primeros campeones. ("Dale, Santafecito/dale que dale/ primer campeón", dice uno de los cánticos más jubilosos de la hinchada).
Además, Santa Fe es un equipo a imagen y semejanza de los barrios más tradicionales de Bogotá (Teusaquillo, Quinta Camacho, La Magdalena, La Merced) pero también de aquellos donde vibra la ciudad trabajadora. Es un equipo tan bogotano como la arquitectura de estilo inglés y la fritanga.
El equipo se fundó en 1941, durante la República Liberal, lo que explica su espíritu democrático, incluyente y solidario. Fueron sus fundadores un grupo de estudiantes de derecho de la Universidad del Rosario y ex alumnos del Gimnasio Moderno, quienes (dice la leyenda) adoptaron la camiseta roja con mangas blancas (inspirada en el Arsenal, de Londres) luego de haber ensayado una azul que se destiñó, lo que salvó a Santa Fe de portar tan antipático color.
En los primeros años de vida del club, anteriores a la llegada del profesionalismo, Santa Fe jugó en torneos de Bogotá y Cundinamarca. En 1942 salió subcampeón del torneo de Cundinamarca. En 1948, con la llegada del profesionalismo, Santa Fe encaró su primer campeonato sin demasiadas expectativas y, contra todos los pronósticos, se proclamó campeón. Un año más tarde comenzaba la era de El Dorado, en la que Santa Fe contó con grandes jugadores pero los títulos fueron (salvo el de 1950 que ganó de manera sorpresiva Deportes Caldas) para Millonarios.
Por las filas de Santa Fe pasaron jugadores inolvidables para la hinchada como Ángel Perucca, Hermenegildo Germán Antón, René Pontoni, "el Pibe" Rial, los ingleses Neil Franklin, Charles Mitten y George Mounfort, Mario Fernández, Julio "Chonto" Gaviria...
En 1954 llegaron las vacas flacas al fútbol colombiano. Varios equipos desaparecieron, otros se unieron y en los siguientes años Santa Fe sobrevivió en medio de la angustia. Pero en 1958 el técnico argentino Julio Tocker tuvo a su mando un grupo de jugadores colombianos y argentinos que pelearon hasta la última fecha la opción de título con Millonarios. En esa última jornada, Santa Fe venció a Pereira, Millos empató con Cúcuta y ese punto de diferencia le permitió a Santa Fe obtener su segunda estrella.
Comenzó una época dorada para los equipos bogotanos.
En 1959 el campeón fue Millos, un año más tarde Santa Fe ganó su tercera estrella con el equipo que los hinchas de vieja data consideran el mejor Santa Fe de la historia. No lo vi jugar (apenas tenía un año de edad) pero crecí con la retahíla de mis tíos que evocaban una y otra vez a Panzutto, Perazzo, Resnik y Bevilacqua con el mismo fervor mariano de los peregrinos que llegan a Lourdes o a Fátima.
Luego vino una seguidilla de títulos de Millonarios, que rompió el Deportivo Cali en 1965. Pero al año siguiente Bogotá retomó el mando, de nuevo con Santa Fe. Mi primer Santa Fe campeón fue el de 1966. Casualmente en ese año mis tíos me convencieron para que fuera santafereño con el tradicional truco de regalarme camiseta, pantaloneta, medias, balón y guayos. En el corto plazo parecía una buena inversión. El equipo celebraba 25 años de vida y en un electrizante cabeza a cabeza con el Deportivo Independiente Medellín alcanzó su cuarta estrella.
De nuevo, unos pocos años de sequía en un final de década que dominó el Cali, aunque en 1970 Santa Fe salió tercero por diferencia de goles, detrás del Cali y del Cúcuta Deportivo. En 1971 Santa Fe volvió por sus fueros y ganó la quinta estrella luego de haber igualado en el cuadrangular final en puntos con el Atlético Nacional. Eran tiempos serios, nada de definiciones mediante lanzamientos desde el punto penal. Si había empate en puntos, se jugaban partidos de desempate.
El torneo de 1971 se resolvió en enero y febrero de 1972. En el partido de ida y en el de vuelta los equipos no se hicieron daño, así que fue necesario un tercer partido, que se jugó en Cali, en el cual Santa Fe se impuso 3 a 2. Los siguientes tres años fueron más bien para el olvido, y en 1975 el león volvió a rugir, esta vez de la mano de Carlos Alberto Pandolfi, Alfonso Cañón, Óscar Bolaños.
De nuevo un título obtenido con tesón, garra y mucho drama en un diciembre animado por La saporrita y El cuartetazo. Tal como ocurrió en 1958, Santa Fe y Millonarios hicieron el uno y dos. A partir de entonces, la historia de Santa Fe se ha nutrido de ilusiones y frustraciones. En 1976 Santa Fe tuvo una participación deplorable en la Copa Libertadores y ni siquiera clasificó al hexagonal final.
En 1977 lo hizo in extremis, con el famoso gol de último segundo de Pandolfi al América de Cali, pero hasta ahí trajo el río al equipo, que poco o nada hizo en aquel hexagonal final.
En 1978 Santa Fe contaba con un equipo de lujo, como para ganar el campeonato, pero ya comenzaban a circular los entonces casi desconocidos dineros calientes, y el campeón resultó ser otro.
En 1979 emergió el América, y Santa Fe, más por casualidad que méritos (el gran rival para los americanos era el Unión Magdalena), salió subcampeón. En los primeros años ochenta Santa Fe volvió a pasar de agache, pero a partir de 1983, cuando comenzó la era de Odine, Gottardi y compañía, el equipo volvió a acariciar la esperanza de un título.
Estuvo cerca en 1987 y 1988. En 1987 jugó la ronda final, en la que desperdició siete penales. Así resulta imposible salir campeón. Y, un año más tarde, en medio de vetos y amenazas a los árbitros, la ilusión de los hinchas se diluyó en medio de arbitrajes escandalosos que favorecían a Millonarios y Nacional y perjudicaban a Santa Fe y América. Los nuevos dueños del equipo lo convirtieron en la segunda división del América. Jugador bueno que aparecía en Santa Fe, se iba al América.
Así que, mientras otros gozaron de los dineros calientes para amañar resultados y obtener títulos, a Santa Fe le tocó la inmunda de convertirse en el proveedor de La Mechita, donde fueron a parar Freddy Rincón, Jorge Balvis y Wilmer Cabrera, entre otros efímeros ídolos de la hinchada cardenal.
En los años noventa Santa Fe vivió momentos de altibajos, con más bajos que altos. Para resaltar, la victoria por 7 goles a 3 contra Millonarios en la primera fecha del campeonato de 1992.
En aquel equipo jugaba Adolfo "el Tren" Valencia, un goleador de raza que se volvió ídolo cardenal y que los dirigentes vendieron al Bayern Múnich de Alemania por cuatro millones y medio de dólares. ¿Qué hicieron los dirigentes con esa suma de dinero? Nunca se supo. Como quien dice, esa platica se perdió. Santa Fe se mantuvo en la mediocridad.
La participación en la Copa Conmebol (en la que actuaban equipos secundarios de las distintas ligas de Suramérica), cuya final perdió con Lanús, de Argentina. En 1999 Santa Fe perdió otra final, esta vez ante América en la Copa Merconorte de 1999. De derrota en derrota hasta la victoria final.
En 2000 las cosas parecían ir bien. Pero es que hasta en eso de jugar finales se ha vuelto de malas Santa Fe. En 2000 tenía la opción de salir campeón, y confiaba plenamente en Edison "el Guigo" Mafla para que condujera al equipo al título. Se supo en ese diciembre que América había contratado a Mafla pàra la temporada siguiente, Mafla se arrugó y, obvio, el campeón fue América. Los hinchas, enfurecidos, lo comparaban con el portugués Luis Figo, que había pasado del Barcelona al Real Madrid, y comenzaron a llamarlo el Figo Mafia.
Como dicen los creyentes, "mi Dios no castiga ni con palo ni con rejo", Mafla fracasó rotundamente en América y se fue del fútbol por la puerta de atrás. Pero esa es otra historia. Igual ocurrió en el primer torneo de 2005. La gran estrella y conductor del equipo era Aldo Leao Ramírez. En la final Santa Fe enfrentaba a Nacional, y la misma historia. El verde de Antioquia anunció que había contratado a Ramírez para la siguiente temporada, Aldo Leao se arrugó en la final, Nacional se coronó campeón y Santa Fe debió conformarse con un subtítulo que al menos le sirvió para acumular puntos suficientes en todo el año y así jugar en 2006 la Copa Libertadores sin demasiado éxito.
Luego de dos años para el olvido, en 2008, con la llegada de Fernando Castro a la dirección técnica y un auspicioso arranque de torneo, al equipo comenzaron a decirle el Ferrari, apelativo que no tardaron los hinchas de otros equipos en volverlo chiste, y más cuando el equipo que llevaba el mítico nombre de la fábrica de Maranello no ganó nada de nada. Le decían el Forrari, el Zorrari.
La llegada de Hernán Darío Gómez a la dirección técnica de Santa Fe se celebró con bombos y platillos, pero "el Bolillo" fracasó de manera rotunda y los hinchas santafereños acumularon una frustración más.
Así que en esas estamos. Peleamos campeonato y las primeras planas de los diarios con el asunto de la infiltración de dineros calientes al equipo.
Como cantaría Soda Stereo: "Estamos al borde de la cornisa, casi a punto de caer".
Noticia en desarrollo.
MÁS:
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