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Cultura

PLAYLIST de la semana: 15 canciones para mandar al carajo a todo el mundo

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 Al mejor estilo del Doctor Jekyll y el señor Hyde, todos hemos tenido momentos de ira intensa, momentos donde nuestra parte maléfica aflora y queremos mandar al carajo, al demonio, o —a la M***—, a los maestros, a los amigos, al jefe, a la chica que nunca nos ´paró bolas´, a la policía, al gobierno, al Transmilenio, a las filas del banco, a la ex que nos fue infiel, entre otras cosas. Se manda al carajo explícita y tácitamente. Las dos duelen igual. Lo que queremos en el fondo es que nos dejen en paz. Que nos dejen de joder.
 
“Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho, infrahumano”. «La guerrillera del Bolero» Francisca Viveros, expresa todo su desprecio contra el machismo latente en el mundo, y en algunos segmentos de sus canciones parece rozar la misandria (odio a los hombres). No sabemos qué le pasó a la cantante mexicana, pero como todos, tiene el derecho a mandar al carajo a la rata de dos patas.
“I still wish you the best with a…FUCK YOU!”. Si la persona que usted quiere mandar al carajo no entiende todavía la indirecta después de haber oído a Paquita la del barrio, siempre hay una opción en inglés. CeeLo Green, ícono del Soul y del Funk, les canta a las mujeres que una y otra vez nos han rechazado con un rotundo NO, o con la simple indiferencia. Las dos palabras más “bellas” del inglés se hacen presentes para librarnos del estrés del momento.
“Me cago, me cago en el rancio mensaje del rey, me cago y me vuelvo a cagar”. Hay quienes se quieren cagar en la Navidad y mandarla al carajo, y tienen todo el derecho a hacerlo. En este caso, José Francisco Córdoba, con un tono humorístico y satírico, compone el villancico que toda la familia debe cantar en estas fiestas. Gracioso y contundente.
Conocida popularmente como Sufre mamón (nombre de la película de los Hombres G), devuélveme a mi chica cuenta la triste historia adolescente de David Summers, en la cual su pareja —en esa época— lo abandonó para buscar un hombre más serio y con valores cristianos. ¡Al carajo!, Summers dejó un  claro mensaje al hombre que se la llevó: “Voy a destrozarle el coche. Devuélveme a mi chica o te retorcerás entre polvos pica- pica”.
“Y váyanse todos a la concha de su madre, Y ahora qué?, que nos queda? Elección o reelección para mí es la misma mierda, Hijos de puta! en el congreso”. La canción pertenece a la banda de rap argentina Las Manos de Filipi. Sin embargo, la versión más recordada es la de Bersuit, en la que Gustavo Codera arremete con todo contra el menemismo y las relaciones que el maleable círculo político de la época tenía con el narcotráfico.
La inconfundible de Zack de la Rocha y el desafiante riff de Tom Morello embisten contra la opresión de los que son víctimas del racismo y la brutalidad policial. Una canción que lo invita a gritar, saltar, pogeuar, madriar, y repetir hasta más no poder “Fuck you, i won't do what you tell me! motherfucker!” a quien sea, dónde sea y a la hora que sea.
“I hate teachers, I hate the school, I hate the cheerleaders and anyone who´s sool. I even hate you too so fuck you. It´s cool to hate.” Es probablemente la banda sonora de todos los que odiaron en la adolescencia absolutamente todo (estereotipos, modas, tribus urbanas, consumismo, ect)……y de alguna forma lo siguen haciendo. La particular voz de Dexter Holland propone un nihilismo rockero en el que solo se vive bien en la miseria. ¡Al carajo!, es punk. Funciona.
“Si te duele lo que digo te sugiero, que te avientes a un pozo, con tu novio el moriposo el escuincle, caguengue y baboso que, a mi novia me bajo”. Un poema “romántico” al mejor estilo de Molotov en respuesta a Paquita la del barrio. Con explícitas semejanzas musicales a Rage Against The Machine, la banda de México no solo cumple con mandar al carajo a un viejo amor, sino que lo imagina en un mundo paralelo.
“Una mañana te fuiste con él, tengo en las noches tanta soledad que solo quiero cantar….#@&@#”. Sin duda, Yayo es el héroe para muchos hombres quienes se identifican en sus letras que hablan sobre abandono y rechazo. Sin embargo, para las mujeres es el verdugo del amor. Cruel, crudo y honesto. En el momento que lo engañen, tranquilo, recurra a Yayo y la risa empezará a hacer efecto para mitigar su dolor.
“Well, won´t you tell everybody what the fuck you gotta say?”. Mandar al demonio a los símbolos de poder es otra de las maneras de desequilibrar el Satu quo. Ice Cube y su banda lograron dejar mella en los organismos de la policía culpables de la brutalidad y opresión racial contra las minorías negras en Estados Unidos. Tristemente, esa violencia continúa pero, los tiranos deben saber que siempre habrá alguien que los mandará al demonio.
“The government totally sucks you motherfucker”. El mejor ejemplo de que usted puede mandar al carajo al gobierno desde una perspectiva humorística diferente a la de Rage Agains The Machine. No por eso, deja de tener un sentido la letra de Jack Black, quien clama por recibir el afable trato que antes ofrecía una nación medianamente justa.
“Hola como estás, que niño tan bonito ¿cómo? que es mío, que yo soy el padre, pero eso como va a ser si yo soy impotente, deja ya de joder, yo no me llamo Javier”. No tiene un sentido explícito en contra de la protagonista de la letra, pero sutilmente el cantante Pablo Carbonell la va mandando al demonio de a poco. Así es el estilo de Los Toreros Muertos. Solapados y sencillamente crueles. Yo no me llamo Javier es el mejor ejemplo de que “padecer” amnesia puede ser una aparente salida para poder apartarse de un problema en la vida.
“Puedo ver que hay algo malo contigo, no vengas a mi si necesitas, el problema eres tú”. La insidiosa voz de John Lydon inspiraba rechazo a todo. De hecho los Sex Pistols se caracterizaron por ser la definición exacta de rebelión y más aún con canciones que evocaban la ira en su estado más puro.
“Todos los cretinos buenos van al cielo”. Si hay una canción que valide mandar al carajo a todo el mundo es Cretin Hop. Dos minutos que reafirman la famosa frase del comediante Lewis Black, “los buenos mueren rápido, pero los malos viven para siempre”. Esa es la moraleja de Joey, Johnny, Dee Dee y Tommy Ramone: ser un cretino es el talismán de los rebeldes, ¿y qué?
"Tu pelo es como un trapero, enredado, sucio y feo. Adiós, que te vaya bien, que te coja un carro, que te parta un rayo, que te espiche un tren”. Cerramos con la mejor canción del estandarte del Rock en Colombia. Muchos la han cantado en una cantina a punta de poker con amigos o en un andén. Una verdadera joya musical que no muere y cuyo mensaje perdura para todo aquel que ose despertar la ira de una mujer.
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